Remo Monzeglio escribió un análisis, una introspección, una valoración, de lo que fue el primer año del gobierno que él integra como subsecretario del Ministerio de Turismo.
El compromiso intacto
Había llegado finalmente el 2 de marzo, era hora de asumir la responsabilidad que me había confiado el Presidente de la Republica.
Ingresaría a ocupar un lugar al cual nunca postulé, por el cual nunca batallé, pero el destino me había puesto ahí y fue entonces que tomaron sentido las palabras de Luis cuando compartimos aquel café casi 10 años atrás. “Te vengo a buscar para gobernar, para gobernar ahora, para gobernar bien”.
El traspié electoral del 2014 nos había dado a todos una lección, principalmente a Luis, cuya notoria desazón por el resultado a la postre le señalaría el camino para prepararse como nadie, para llegar a la tan ansiada Presidencia de la Republica.
Asumíamos lo que para muchos es “la cartera más fácil”, la más “cómoda”, aquella por la que nadie se pelea en el reparto, aquella de los viajes y los brindis. Para mí, que he vivido siempre en ese ámbito, no era ciertamente lo que más me seducía.
A los dos días de asumir, tenía pasaje para Berlín, pero ya Europa empezaba a mostrar síntomas que ese “virus chino” iba a ser algo más que una gripecita.Intuí el resultado y me bajé, ya con los motores del avión en marcha; dos días después se bajó la feria ITB, algo que una semana atrás hubiera parecido imposible.
Los primeros días de gobierno fueron de una gran incertidumbre que, por otra parte, duró sólo 11 días. Aquel 13 de marzo de 2020 quedará para siempre en mi memoria, apenas asumido como Subsecretario de Turismo. Uruguay y el mundo cerraban nada menos que sus fronteras!
Utilizando una metáfora futbolística, tuve que pasar de 9 de área a “back derecho”, dejando por el camino toda pretensión goleadora. De un día para el otro tuvimos que salir a los medios a pedirle a la gente que, en Semana de Turismo, “no hiciera turismo”…¡Jamás me habría imaginado una situación similar, ciertamente, jamás!!
Pero quejarme sin hacer nada nunca ha sido, ni lo será, una opción en mi vida. Allí con German nos miramos a la cara, nos remangamos y salimos en un raid interminable por cada Ministerio, a pelear ayudas para nuestro sector. Éstas, reconocemos, nunca van a ser suficientes para afrontar esta pandemia tan terrible que está viviendo la humanidad, pero entregamos todo, todo lo que estaba a nuestro alcance, para lograr los seguros de desempleo y otros beneficios que aún perduran y nos dan confianza que, superado este flagelo universal, la gran mayoría de las empresas turísticas podrán retomar su camino, magulladas sí, pero de pie.
Hoy, que la realidad de las benditas vacunas nos muestra que el final del túnel está cerca, sólo nos queda renovar las esperanzas, sacudirnos el polvo de los revolcones y mirar hacia adelante, hacia adelante y con fe.
Las responsabilidades están asumidas, las ilusiones vigentes, el compromiso intacto.
Foto de portada: Dr. Rodrigo Ferrés, pro secretario de la Presidencia; Dr. Álvaro Delgado, secretario de la Presidencia; ministro de Turismo Germán Cardoso y vice ministro Remo Monzeglio, el 2 de marzo de 2020.
FUENTE: Reflexiones del vice ministro de Turismo Remo Monzeglio (cipetur.com)